El daño reputacional, las pérdidas económicas y la interrupción de servicios y sistemas críticos se postulan como las principales repercusiones de los ciberataques a certificados digitales, según RedTrust
En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, los certificados digitales se han convertido en uno de los activos más codiciados por los ciberdelincuentes. Estos elementos, cruciales para la autenticación y la firma digital, son vulnerables a manipulaciones, corrupción o robos, poniendo en grave riesgo la operatividad, reputación y seguridad económica de las organizaciones.
En este contexto, Redtrust ha identificado las diez principales consecuencias que pueden enfrentar las empresas cuando sus certificados digitales son vulnerados.
El daño reputacional y las pérdidas económicas
En primer lugar, el estudio de RedTrust ha destacado el daño reputacional grave. La confianza del público y los clientes puede verse seriamente comprometida si se descubre una violación de seguridad de este tipo. En este sentido, la percepción de la marca sufre un golpe significativo, lo que lleva a una pérdida de credibilidad y un daño duradero en la reputación corporativa.
Otra repercusión signitiva son las pérdidas económicas ya que los impactos financieros de un ciberataque a certificados digitales pueden ser enormes. Además de los costos de recuperación y mitigación de la brecha de seguridad, las pérdidas derivadas de la interrupción de operaciones comerciales son considerables. La revocación de certificados y la implementación de medidas de seguridad adicionales también generan gastos adicionales.
El paro en la producción y los datos expuestos
Un ciberataque que ha comprometido los certificados digitales puede paralizar las operaciones diarias de una empresa. La interrupción de servicios y sistemas críticos lleva a pérdidas de ingresos y retrasos en la entrega de productos o servicios, afectando la rentabilidad y viabilidad a largo plazo de la empresa.
En cuanto a la exposición de información sensible, RedTrust ha destacado que el acceso no autorizado a certificados digitales expone información altamente sensible, incluidos datos confidenciales de clientes, empleados y socios. Esto puede conducir a violaciones de privacidad, robo de identidad y otros ciberdelitos, con consecuencias legales, financieras y reputacionales significativas.
La suplantación de identidad y el ataque a terceros
La suplantación empresarial es una amenaza grave ya que los delincuentes pueden usar certificados comprometidos para realizar transacciones financieras fraudulentas, distribuir malware o perpetrar ataques dirigidos, causando un daño incalculable a la reputación y estabilidad financiera de la empresa.
Asimismo, el compromiso de la cadena de suministro conlleva graves consecuencias como: disolver la organización ante el Registro Mercantil, dar de baja a sus trabajadores en la Seguridad Social, suspender o anular licitaciones, revocar otros certificados relevantes, acceder a la cadena de suministro, evitar el pago de impuestos, o cualquier otra acción que influya negativamente en el funcionamiento y desarrollo de la actividad empresarial.
Los riesgos legales y la pérdida de confianza
Redtrust ha hecho hincapié en el riesgo de acciones legales ya que las actividades fraudulentas mediante el uso de certificados robados exponen a la empresa litigios potenciales. La responsabilidad legal recae en la empresa afectada, lo que puede resultar en costosos procesos legales y multas significativas.
Otro factor importante es la pérdida de confianza de clientes y socios: la seguridad comprometida mina la confianza de clientes y socios comerciales. La divulgación de una violación de seguridad puede dañar irreparablemente la reputación de la empresa, llevando a la pérdida de clientes, socios y oportunidades comerciales.
Incremento del coste en ciberseguridad
Tras un ataque cibernético, las empresas deben realizar inversiones significativas en la mejora de sus medidas de seguridad digital, incluyendo la implementación de sistemas avanzados, contratación de expertos en ciberseguridad y auditorías regulares, lo que afecta el presupuesto operativo.
Por último, el informe de RedTrust ha identificado que para recuperar la normalidad operativa las empresas sufren una serie de dificultades. Después de un ciberataque, la recuperación es larga y compleja, implicando la restauración de sistemas, recuperación de datos y la implementación de medidas correctivas. Estas dificultades afectan la productividad y eficiencia de la empresa, así como su reputación en el mercado.