AUSAPE celebró este 22 de noviembre en Madrid la sesión “Woman Senior Talent 2.0: ‘Cincuentennials’, reinventándonos”, protagonizada por cinco profesionales tecnológicas.
Sandra Isart, Alicia Ríos, Alejandra Teves, Izaskun Onaindia y Elena Grande compartieron sus historias profesionales y de vida y explicaron cómo han logrado reinventarse.
Visibilizar la labor y las vivencias de las profesionales que superan los 50 años es una forma de contribuir a superar la brecha de género, pero también de edad, presente en las organizaciones. La Vocalía de Mujer y Tecnología, Formación y Empleo de AUSAPE, entre cuyas funciones está precisamente impulsar la presencia de la mujer en la industria tecnológica, celebró este miércoles 22 de noviembre en el Espacio Cromátika de Madrid la Sesión Magistral “Woman Senior Talent 2.0: ‘Cincuentennials’, reinventándonos”, en la que se compartieron historias profesionales y de vida de cinco profesionales tecnológicas que han conseguido reinventarse para mantener una posición de relevancia.
El evento, patrocinado por Ibermática, firma de servicios tecnológicos integrada en Ayesa, estuvo presentado por Sandra Isart, vocal de Mujer y Tecnología de AUSAPE y CIO Corporativa en Nexus Energía, y contó con el comunicador y escritor David Escamilla como moderador. Isart explicó que con esta sesión se buscaba “hablar con mujeres de más de 50 años de su experiencia real, de valores, de la vida personal y profesional”.
Alicia Ríos Cortiñas, senior IT Pharma Consultant y cofundadora de Innova2gether, y Alejandra Teves, especialista en Ventas de Soluciones de Negocio y fundadora de Innova-Forum, compartieron su experiencia como profesionales de éxito que, a los 50 años, dan un vuelco a su vida. Alicia Ríos definió su sensación cuando abandonó el sector farmacéutico después de más de 30 años de carrera como la de “ser dueña de su vida” y, como consecuencia, dio el paso de empezar a hacer cosas que la hicieran feliz. En ese viaje encontró a Alejandra Teves y juntas crearon el foro de innovación Innova2gether, donde grupos de directivos tecnológicos se reúnen para trabajar en pos de un nuevo ecosistema. “Todos podemos reinventarnos”, aseguró Ríos, aunque para ello, señaló, hay que aprender de los aspectos negativos, conocerse a una misma, luchar continuamente y trabajar la autoestima.
Para Alejandra Teves, cada vez que se ha reinventado ha prevalecido la ilusión de empezar una nueva vida sabiendo a dónde se quería dirigir. Teves destacó la importancia de dedicar un tiempo para sí misma, para meditar y desacelerar, así como de asumir que “no todo vale a cualquier precio”, ni en el trabajo ni en la vida personal. Teves, que ha trabajado tanto para grandes corporaciones como para startups, afirmó que “es muy importante tener valentía para hacer cosas”, antes de recordar que mujeres como ella merecen seguir en activo “porque podemos aportar mucho valor”.
La sesión “Woman Senior Talent 2.0: ‘Cincuentennials’, reinventándonos” acogió asimismo una mesa redonda con Sandra Isart; Izaskun Onaindia, gerente de Ibermática, y Elena Grande González, proveniente del sector financiero donde ha formado parte de los consejos de administración de Allianz Seguros, Bizum, Redsys, Diners Club o Banco Santander.
A la hora de definir sus planteamientos de vida laboral-personal como cincuentennials, Izaskun Onaindia destacó que a día de hoy su ambición es “hacer lo que me gusta”, más allá del puesto y la empresa. En esta línea, Elena Grande incidió en que ahora tiene “unas reglas del juego más propias”, lo que implica que “es muy importante que el proyecto al que me incorporo tenga sentido para mí”. Grande también habló de la importancia de tener retos y explicó que se halla “en proceso de encontrar mi camino”, un proceso que definió como enriquecedor por sí mismo. Por su parte, Isart, que cuando cumplió 50 años decidió hacer un cambio profesional, resumió así su concepto del éxito: «Mi logro real es ser feliz en el trabajo”.
Acerca de la presencia cada vez menor de mujeres en las carreras STEM, Oniandia apuntó como una de sus posibles causas que las mujeres de su época querían demostrar su capacidad para ser excelentes profesionales tecnológicas, mientras que las de hoy en día consideran que no tienen nada que demostrar. Isart planteó que actualmente las jóvenes no conectan con el mundo tecnológico menos visible, como puede ser el universo SAP o el de desarrollo de aplicaciones, pero sí les llama la atención lo más visible: Apple, Instagram, TikTok… En cambio, para Grande el motivo reside en que las estudiantes buscan otro tipo de retos profesionales, mientras que Teves puso el foco en que las condiciones laborales del mundo STEM, con largas jornadas de trabajo, no son realmente atractivas.
Respecto a las prioridades vitales, Elena Grande afirmó que en nuestros días la vida está sometida a más incertidumbre, por lo que los valores personales empiezan a ser más prioritarios. Sandra Isart, por su parte, diferenció tres generaciones: la de sus padres, muy centrada en el esfuerzo; la de las cincuentennials, que conjuga la cultura del esfuerzo con disfrutar de la vida, y la de las millennials y la generación Z, que no valoran tanto el esfuerzo y se enfrentan a una precariedad que les resta alicientes. Por contra, Grande sostuvo que las nuevas generaciones sí se esfuerzan, pero tienen ambiciones y objetivos vitales diferentes a los suyos y vuelcan sus esfuerzos en esas ambiciones. Onaindia recordó la diferencia entre la necesidad de “hacer una carrera que tenga salida” de su época y la recomendación que “hacer lo que les guste” que ahora hacen ellas a sus hijos. Para concluir la sesión, las asistentes compartieron sus comentarios y reflexiones con las cinco ponentes.